Revisión de estudios elaborados desde una perspectiva lineal
Cuando vives en pareja o tienes una pareja hay temas que indiscutiblemente son delicados o difíciles de abordar, la organización del dinero en uno de ellos; las dificultades se presentan al momento de expresar las inquietudes o simplemente por las expectativas que cada uno de los miembros genera de acuerdo a su historia de vida.
Es importante reconocer que es un tema poco estudiado, lo cual dificulta la comprensión del mismo. Algunas veces en mi práctica docente y clínica he podido constatar que las expectativas de los hombres y mujeres (sin importar su edad), giran entre tener un rol de pareja simétrica (más igualitaria) pero en realidad y querer un rol tradicional (desigual), al mismo tiempo he constatado que en algunos individuos, existe confusión en relación a lo que hay que compartir según las enseñanzas de la familia de origen y lo que se espera recibir, dar o compartir de los ingresos según la demanda actual; por tanto considero conveniente revisar la literatura para evaluar y reflexionar dicha situación.
Cabe señalar que parte del contenido revisado es abordado desde un enfoque lineal, a través de investigadoras feministas como Dema Moreno (2006) y Capitolina Díaz (2002) en España; posteriormente en otro escrito daré cuenta de resultados encontrados en el contexto local con un enfoque sistémico e integrador.
Estudios de dinámicas de manejo del dinero en parejas donde ambos laboran fuera de casa
Valdez, et al. (2007), argumenta que una de las funciones que se han conservado de la vida en pareja está asociada al aspecto económico, destaca el beneficio que conlleva compartir los gastos del hogar asociando esta práctica a un mejor estándar de vida, considerando que el hecho de que ambos miembros de la pareja laboren mejora de manera considerable su nivel de vida.
Quizás alguna vez te ha surgido la interrogante de que si el ser mujer y generar recursos económicos con un trabajo remunerado otorga un mayor nivel de individualidad y una relación más igualitaria. Al respecto algunos autores señalan que no es obligatoriamente así, que en aras de la confianza, el dinero se organiza en un fondo común y que el hombre sigue siendo quien toma las decisiones de mayor peso usando como arma la valorización de lo masculino haciendo a su vez una devaluación de lo femenino. Inclusive se ha interpretado que a veces la mujer es quien se devalúa sintiendo que su aportación no es suficiente porque no cubre los gastos mayores, sin tomar en cuenta que ambos están haciendo un nivel de esfuerzo igual o a que incluso la mujer llega a encargarse de la casa como forma de retribuir su “poco” ingreso. En este caso el autor concluye que son muy pocas las parejas que manejan el dinero individualmente y que dicha simetría no es llevada a cabo.
Estatus civil de la pareja y su relación con el manejo del dinero
A la pregunta de si el estado civil de las parejas cambia la dinámica en la organización del dinero, un estudio hecho en Australia por Gray y Evans (2008), señala que las personas casadas tienen menor posibilidad de manejar sus ingresos totalmente independientes y que hay mayor probabilidad de que éstos sean por entero combinados, se indica que ese comportamiento se conserva a pesar de que haya niños pequeños o de que se haya comprado alguna propiedad.
En este país compartir los salarios es visto como un símbolo de confianza, viéndose la cohabitación como sinónimo de conyugalidad, la cual es registrada legalmente para distintos propósitos; sin embargo, es más probable que cuando la pareja sólo cohabite, se manejen algunas cuentas separadas y un ingreso combinado. Este dato resulta interesante porque hoy en día es más probable que una pareja viva junta sin casarse.
Lo anterior apoya que cuando son cohabitantes se lleva a cabo una relación más igualitaria y se puede tener mayor poder de negociación de normas distintas (Gray y Evans, 2008).
Algo interesante y que por experiencia propia puedo asegurar es que cuando alguno o ambos miembros han estado previamente casados o divorciados propicia que la pareja maneje su dinero de forma separada, aunado a ello influyen factores como el tiempo que dura la relación y las pocas probabilidades de tener hijos (Gray y Evans, 2008).
El ideal igualitario de la mujer
Como consecuencia, el desacuerdo entre el ideal igualitario y la realidad vivida acarrea malestar a las mujeres, quienes lo expresan por medio de conflictos en la pareja, lo difícil de ello y que se torna aún más problemático, es que muchas veces este malestar es implícito y encubierto generando problemas mayores a la relación en los que están involucrados sentimientos de resignación parcial, de intensa amargura y de rebeldía oculta (Dema, 2006) y (Díaz y Dema, 2002).
Es importante señalar que de manera inconsciente esos problemas generan situaciones que a veces son confusas en la terapia porque si no se hace un análisis sistémico o integrador se enmascaran o resultan en situaciones en otras áreas como la sexual por citar solo una de ellas, en la que la mujer “deja de estar interesada” y entonces es el hombre en el que se manifiesta el enojo y el resentimiento.
Desde una perspectiva lineal se concluye que, aunque los inconvenientes para constituir relaciones más igualitarias son muchos, las mujeres están decididas a lograr pautas más simétricas y no convencionales, aunque en la práctica las estructuras de desigualdad y las relaciones de poder están siempre difundidas, incluso en las parejas jóvenes y en las que tienen la intención de tener una relación más igualitaria (Dema, 2006). Por otro lado esta conclusión puede y se queda muy corta para mi gusto porque no se está analizando la interacción y se sigue viendo a la mujer en un rol limitado o parcial.
Por: Consuelo Alcázar
Bibliografía
Alcázar, M. (2018). Pautas de interacción y procesos de permanencia en parejas de doble ingreso económico en Zapopan Jalisco. Doctorado. Universidad del Valle de Atemajac, Guadalajara, Jalisco, México
Dema, S. (diciembre, 2006). Una aproximación cualitativa a la toma de decisiones económicas en las parejas españolas de doble ingreso. La Aljaba, 10, 1055-70. Recuperadode http://scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1669-57042006000100003
Díaz, C. (s.f.). Parejas, dinero e individuación. Revista española de sociología, (2), 129-136. Recuperado de http://www.fes-sociologia.com/files/res/2/08.pdf
Gray, E. & Evans, A. (2008). Do couples share income? Variation in the organization of income in dual-earner households. Australian Journal of Social Issues, 43(3), 441-457. Recuperado de https://www.questia.com/library/journal/1G1-188738695/do-couples-share-income-variation-in-the-organisation
Valdez Medina, J.L., González-Arratia López Fuentes, N.I., Arce Valadez, J. y López Jiménez, M. del C. (2007). La elección Real e ideal de Pareja: Un estudio con parejas establecidas. Revista Interamerican Journal of Psychology, 41(3), 305-311. Recuperado de http://.redalyc.org/articulo.oa?id=28441305
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